«Que cada mujer intervenga según sus aptitudes, posibilidades, gustos o fuerzas, pero que ninguna mujer digna de llevar este nombre se encoja de hombros ante los asuntos nacionales, que afectan no solo a nosotras, sino a nuestros padres, hermanos, hijos. Cuando nos hayamos orientado bien y estemos seguras de nuestra ideología, la influencia humanitariamente benefactora de la mujer se dejará sentir dentro de la sociedad.»
LA HUMANITAT,
5 de diciembre de 1933
Nace en Gerona el 29 de octubre de 1892, hija del escritor Prudenci Bertrana y de Neus Salazar. Comienza los estudios generales y de música en Gerona (bajo la protección de Carme
Karr) y los continúa en Barcelona, donde da clases en el Instituto de Cultura Popular y
Biblioteca para la Mujer, dirigido por Francesca Bonnemaison. En 1923 marcha a Ginebra para
estudiar en el instituto de rítmica Jaques-Dalcroze; allí tuvo una serie de problemas
burocráticos que la obligaron a trabajar como jazz-woman en un hotel, de niñera o en la radio
de Ginebra para poder pagarse los estudios y la estancia.
En 1924 deja la música para matricularse en literatura francesa y grecolatina en la Universidad de Ginebra. Durante ese año escribe sus primeras crónicas, pu-blicadas en La Veu de
Catalunya, a las que seguirán otras en La Publicitat, L’Opinió, Pamflet, Bondat-Bonté, L’Horitzó
o Moments.
En 1925 se casa con el ingeniero eléctrico Denys Choffat y al año siguiente se van a trabajar y a vivir a Papeete (Tahití). Desde allí envía varios artículos a la revista D’Ací d’Allà, que se
convertirán en el exitoso libro Paradisos oceànics (1930). Su reconocimiento profesional conlleva que periódicos como Mirador o La humanitat le soliciten artículos de temas variados,
donde destacan las vivencias en otros países y el compromiso con la condición de la mujer. Al
mismo tiempo se especializa en literatura de viajes con libros como Peikea, princesa caníbal
(1934), L’illa perduda (1935) o El Marroc sensual i fanàtic (1936). En 1930 regresa a Barcelona
debido a la enfermedad de su hermana Cèlia.
Así mismo, fue la primera presidenta del Lyceum Club de Barcelona, participa en el Club
Femenino y de Deportes de Barcelona y forma parte de la lista electoral de Esquerra
Republicana de Catalunya en las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933, donde no
es elegida.
Poco antes de estallar la guerra colabora en La revista del nostre temps y en el semanario Catalunya. Durante el conflicto bélico escribe en la publicación Companya, dirige la colección
de literatura «La Novel·la Femenina», junto con Maria del Carme Nicolau, y participa en las
emisiones radiofónicas realizadas por la Associació d’Escriptors Catalans. En 1938 se exilia a
Ginebra, donde trabaja como profesora de idiomas, traductora y criada personal, entre otras
ocupaciones. Poco a poco se hace un sitio en la vida literaria suiza y colabora en diferentes
medios de comunicación, además de escribir las novelas sobre la Segunda Guerra Mundial Tres
presoners (1957) y Entre dos silencis (1958).
También ayuda a emigrar a compañeros a México, visita campos de refugiados y prisioneros y
colabora con la resistencia francesa en la lucha contra el nazismo. En 1948 regresa a Cataluña y obtiene nuevos éxitos literarios con Vent de grop (1967) y sus Memòries (1973 y 1975, este
último volumen póstumo). Muere en Berga el 3 de septiembre de 1974.